lunes, 24 de noviembre de 2008

Puna

Constituye una eco-región que, perteneciendo a la Cordillera de los Andes, asocia caracteres geológicos, morfológicos y ecológicos muy particulares.
Comienza en la frontera noroeste del país dando continuidad al altiplano boliviano y se extiende desde la Provincia de Jujuy hasta el norte de San Juan.
La altiplanicie puneña está atravesada por cordones montañosos en los que se localizan numerosos volcanes. El sistema de drenaje, generalmente endorreico, forma numerosas cuencas cerradas donde el escurrimiento descarga en salares (Salar de Arizaro, de Cauchari, Salinas Grandes) y a veces en lagunas (de Guayatayoc, de los Pozuelos, de Vilama).
El clima es frío y seco, presenta gran amplitud térmica diaria, que puede alcanzar los 30°C. Las lluvias son estivales y promedian generalmente los 100 a 200 mm. anuales, aumentando hacia el norte.
Los suelos, de textura variable, escaso desarrollo, a veces pedregosos o salinos y escasamente cubiertos por la vegetación, son muy susceptibles a la erosión.
La vegetación dominante es la estepa arbustiva, representada por especies cuyos individuos se presentan en matas dispersas. Microclimas edáficos locales determinan la existencia de pequeños sectores con fisonomías diferentes. En la zona septentrional y oriental, donde la precipitación anual supera los 400 mm., predomina la estepa de tolas, especies de arbusto bajo.
Hacia el sur y oeste la estepa altoandina presenta dominancia de chijua, tolilla, añagua, rica-rica, suriyanta, entre otras especies.
Son típicos los bosquecillos abiertos de queñoa, que crecen en laderas y quebradas entre los 3.800 a 4.300 m de altura.
Desde el punto de vista zoológico esta eco-región está bien caracterizada: posee la llama como especie doméstica, y entre las silvestres cuenta el puma, el guanaco y numerosas endémicas como la vicuña, huemul del norte (o taruca), gato andino y zorrino real.
Entre los roedores, algunos de los cuales se encuentran también en la eco-región de los Altos Andes, son característicos las chinchillas y la rata chinchilla. Existe una gran diversidad de aves asociadas a los humedales de altura (salares y lagunas): los característicos flamencos, como la parina chica, grande y de James, patos como la guayata y pato puna, gallaretas cornuda y la grande, tero serrano, becasina andina y el chorlito puneño.
Entre las aves características de los ambientes terrestres, está el surí cordillerano (un ñandú petiso), perdices como quiula puneña y pequeñas especies como caminera puneña y dormilona puneña.
Una actividad que está desarrollada a baja escala en la Puna es la turística, la misma cuenta con un circuito conocido internacionalmente " Tren a las Nubes" que utiliza el mismo trayecto del ferrocarril General Belgrano Ramal C-14 que va hasta Socompa, solo que a fines turístico dicho trayecto se realiza solo hasta el viaducto de la Polvorilla, donde efectúa una parada con descenso, y otra en el pueblo de San Antonio de los Cobres. Sus salidas están restringidas por la utilización de las vías durante la semana (el tren carguero) y el estado meteorológico de la zona. Su sorprendente recorrido caracterizado por un particular trazado ferroviario, permite sortear los obstáculos de la naturaleza, 21 túneles, 31 puentes, sumados a los zigzags y rulos imaginados por el Ingeniero Maury hacen de él, un atractivo de nivel de internacional.Otro circuito que llega a la Puna, lo hace por vía terrestre, ruta nacional 51 a San Antonio de los Cobres uniendo el trayecto a la ruta nacional 40 rumbo a Purmamarca en la provincia de Jujuy, ambos circuitos comercializados por empresas del medio.Para favorece la estadía del visitante, una hostería en San Antonio de los Cobres posibilita el alojamiento.El recurso humano de la zona, sumado a las características del paisaje puneño, las fiestas populares, pueblos pintorescos como "Tolar Grande", la presencia de salares etc. conforman un recurso de gran potencial aún no explotado.
Fuente Wikipedia.
Grupo: Agustina - Romina

Chaco seco y Chaco húmedo

En la gran llanura que penetra en la Argentina desde el norte se desarrolla un ambiente conocido como el Chaco. En la parte oriental (este de Formosa y Chaco y norte de Santa Fe), el clima es cálido y húmedo, y las precipitaciones, no estacionales, van disminuyendo hacia el oeste y forman el ambiente conocido como Chaco húmedo u oriental. Sus suelos son limosos y arenosos, con una vegetación en forma de mosaico, en la que alternan áreas boscosas, sabanas, palmaras y esteros. En este ambiente se alternaron desde fines del siglo XIX sucesivos ciclos económicos basados en el uso indiscriminado de sus recursos naturales. La primera actividad económica fue la explotación del quebracho colorado para la extracción de tanino. Posteriormente, junto con la ganadería, se introdujo el obraje maderero no selectivo destinado a la producción de durmientes, postes y carbón, y finalmente se expandió la frontera agrícola, que elimino el bosque para dar lugar a los cultivos. Todo esto modifico el ambiente original y acelero los procesos de erosión y de degradación del suelo, eliminando también buena parte de la fauna.

Hacia el oeste del Chaco oriental o húmedo, las lluvias son cada vez mas escasas y estacionales es el llamado Chaco occidental o seco.

Se ubica desde el norte de Córdoba hasta la frontera con el Paraguay. No es un ambiente homogéneo, ya que varía mucho según las condiciones locales de los suelos y de la topografía. El déficit hídrico debido a las elevadas temperaturas da lugar a un bosque abierto, con árboles que cambian sus hojas en primavera, que es la estación mas seca del año. Los árboles son de altura mediana y los mas comunes son el quebracho blanco, el palo santo y el algarrobo. El Chaco seco fue alterado por la actividad humana sobre todo por los obrajes madereros y por la introducción del ganado.

Grupo: Jordi - Matías F. - Matías M.- Kevin - Juan Bernardo


Selva Misionera

Tiene todas las características de las Selvas Lluviosas Cálidas del Mundo: bioma típico de zonas de elevada temperatura y humedad sin fluctuaciones marcadas y sin una estación seca definida. Se caracteriza por su masa boscosa de 20 a 30 metros de altura integrada por gran variedad de especies vegetales. Se pueden identificar en ella varias capas de vegetación con abundantes lianas (isipó) y epífitas (plantas que viven sobre otras).
Las abundantes lluvias, fuertes rocíos nocturnos, pocas fluctuaciones en la temperatura sumadas a elementos esenciales para la vida como luz solar, calor y agua disponibles hacen que la naturaleza produzca las formas vivientes más exuberantes.
Así en "ésta selva" todos los hábitat y nichos que podrían ser ocupados por la diversidad biológica realmente fueron ocupados.
Originariamente la Selva Paranaense o Misionera cubría todo el Sudeste de Brasil, Este de Paraguay y las tres cuartas partes de la provincia de Misiones en nuestro país. Hoy esta situación ha cambiado quedando escasos fragmentos de aquella selva original, víctima de las forestaciones de coníferas exóticas y la ignorancia sobre el real y racional aprovechamiento de los recursos naturales de la selva misionera.
Se calcula que ya ha desaparecido más del 50 % de la selva original.
La selva es una comunidad compleja por la diversidad de seres vivos que la integran y madura o climáxica por que ha llegado a un máximo grado de evolución; de allí que encontramos en este tipo de ambiente los mas variados ejemplos de relaciones interespecificas e intraespecificas.
Así veremos que la reproducción de ciertas plantas depende de algunas aves e inclusive de murciélagos, que colaboran en la dispersión de sus frutos o semillas.
Existen en la selva misionera mas de 2.000 especies conocidas de plantas vasculares, 330 de peces, 70 de anfibios, mas de 150 de reptiles, unas 550 especies de aves, mas e 100 de mamíferos y una incalculable cantidad de insectos y otros artrópodos.
Si bien es grande el número de especies reconocidas, la densidad de muchas de ellas es pequeña lo que las sitúa en peligro o amenazadas de desaparecer.
Es probable que la primera impresión, de quien la visita por primera vez sea de una gran maraña de vegetación, imposible de penetrar, pero si nos detenemos y la observamos con cuidado podemos distinguir en ella pisos o estratos más o menos bien diferenciados.
De este modo podemos distinguir el estrato inferior o suelo de la selva. Tapizado de musgos, líquenes y helechos; el suelo de la selva esta constituido por una frágil capa de materia orgánica en descomposición. Allí se depositan hojas, frutos, semillas, ramas, troncos y restos de animales, que con la ayuda de los descomponedores como los hongos y las bacterias los desintegran incorporándolos a la capa de humus, que es escasa. Este estrato se caracteriza por su permanente humedad y escasez de luz solar que limita el crecimiento de los vegetales.
Entre los troncos caídos pueden encontrarse numerosos animales en especial anfibios, reptiles, aves y pequeños roedores, donde encuentran alimento y refugio.
A continuación si la luminosidad es importante, aparece un estrato caracterizado por la presencia de arbustos, cañas y los renovales de árboles; a este estrato se lo denomina sotobosque o arbustivo (entre 3 y 10 metros de altura), que según ciertos autores distinguen un sotobosque bajo y otro alto. Según el tipo de suelo, lo escabroso del terreno y/o el grado de intervención humana puede ser mas o menos enmarañando.
Por sobre este se encuentra el techo de la selva formado por la copa de los árboles, que en su competencia por la luz solar se apretujan y entrelazan formando una capa continua de follaje de unos 20 metros de altura: es el estrato de dosel.
Por sobre este se encuentra el techo de la selva formado por la copa de los árboles, que en su competencia por la luz solar se apretujan y entrelazan formando una capa continua de follaje de unos 20 metros de altura: es el estrato de dosel.
De tanto en tanto, árboles gigantescos de 30 o más metros de altura sobrepasan las copas del estrato anterior, estos son conocidos como estrato de los emergentes. Cuyos principales representantes son el timbó, la grapia, el incienso o el escaso palo rosa. Los emergentes son útiles para la vida animal, como atalayas desde donde algunas rapaces, como la majestuosa harpía divisa a sus presas, también sirve de posadero para los jotes o cuervos o para que numerosas aves puedan construir sus nidos fuera del alcance del hombre, o bien cuando se secan proveen un hábitat especial para numerosos pájaros carpinteros, loros y otras aves que crían en huecos de árboles.
También existen vegetales que sin corresponderse a ninguno de los estratos vinculan a todos entre si como las enredaderas trepadoras o isipó, por otra parte algunos cactus sin espinas, algunos helechos y el guembé (Philodendron bipinnatifidum) viven en calidad de epífitas (viven sobre otras) abandonando el contacto con el suelo para tener un lugar al sol. Se adhieren fuertemente a los troncos o ramas de los árboles que usan solo como soporte sin extraerles de ellos ninguna sustancia, a diferencia de los parásitos, absorbiendo la humedad atmosférica.
Grupo: Álvarez, Mayra - Calderón, Gimena - Lasa, Victoria - Montes, Danesa






































El Monte

En el centro del país y atravesándolo como una diagonal desde el sur de Salta hasta el Nordeste de Río Negro, se desarrolla el monte, el ambiente característico de lo que se conoce como la diagonal árida: un área de precipitaciones reducidas (por lo general menos de 200 mm. anuales), un balance hídrico (la relación entre las lluvias y las temperatura) casi siempre negativo y suelos arenosos y sueltos.

La vegetación se adaptó a las condiciones de montes con plantas que generalmente no están muy desarrolladas, tienen pocas y pequeñas hojas como los son el algarrobo y el espinillo, y los arbustos como la brea y la jarilla. La vegetación cubre totalmente al suelo cuando las ocasionales lluvias permiten el crecimiento de las gramíneas, que son fugaces.

El monte es apto para especies animales que tienen gran capacidad de recorrido como el guanaco, y el zorro, o los hábitos subterráneos como la vizcacha y el tuco tuco, entre otros.

El monte no es un ambiente homogéneo, ya que atraviesa zonas que tienen muy diferentes características topográficas y distintos suelos, pero dentro de esa heterogeneidad el ambiente conserva elementos que lo hacen identificable.

Se puede decir que el Monte es un ambiente que se encuentra muy degradado por la acción del hombre, sobre todo por la extracción de leña para uso domestico y comercial y para el tendido del ferrocarril en la zona.

Grupo: Luciana - Iñaki - Nicolas - Cristian - Santiago


jueves, 20 de noviembre de 2008

La estepa Patagónica

A partir de la costa patagónica, el territorio se eleva sobre el nivel del mar formando una meseta escalonada que llega hasta los contrafuertes de los Andes y se extiende desde el sur de la provincia de Mendoza por Neuquén, Río Negro, Chubut y Santa Cruz, formando el ambiente que esta mencionado en el título. Esta meseta no es uniforme, está atravesada por serranías bajas, grandes valles fluviales y cañadones. Su clima es muy hostil, seco, frío y muy ventoso, con heladas durante todo el año y con nevadas ocasionales. Estos factores climáticos no permitieron el desarrollo de un suelo, salvo en el fondo de los valles fluviales donde se acumularon los sedimentos traídos por los ríos.

La vegetación forma una estepa discontinua, con arbustos y matorrales bajos, como el coirón y el neneo. Hacia el oeste, y cerca de la cordillera, las precipitaciones aumentan levemente, apareciendo las gramíneas. Lo mismo sucede en el extremo sur de Santa Cruz, donde la cordillera permite el paso de los vientos húmedos del océano Pacífico. En ocasiones, en los lugares bajos (los mallines), con agua y reparados del viento, se acumulan las gramíneas en un suelo turboso.

La fauna es relativamente pobre; en el caso de las aves tienen hábitos migratorios. En su momento fueron numerosos el guanaco, el zorro colorado y el puma, y, entre las aves, el cisne de cuello negro y las bandurrias.

La estepa patagónica es un ambiente que fue muy alterado por la actividad ganadera, que generó procesos graves de desertificación por el sobrepastoreo de los ovinos. La explotación petrolífera generó casos de degradación como consecuencia de los derrames de los pozos de petróleo y el vertido en lagunas artificiales de agua contaminada. La estepa patagónica cubre 50 millones de hectáreas, de las cuales están protegidas efectivamente poco más de 300 mil. Las áreas federales de conservación son pocas y pequeñas: un parque nacional (Laguna Blanca) y un monumento natural (Bosques Petrificados).

Grupo: Candela- Agostina - Andrea



















 

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